martes, 2 de junio de 2009

Desgranando el humor X: la impostura

Pocos recursos cómicos son tan habituales como la impostura, es decir, el hecho de hacerse pasar por alguien que no se es. Desde Adam Sandler haciéndose pasar por gay en "Os declaro Chuck y Larry", hasta el camarero Jean (interpretado por Gad Elmaleh) en "Un engaño de lujo". Es un recurso muy antiguo, ya los griegos lo utilizaban en sus obras, un clásico ejemplo es Zeus tomando la forma de algún otro personaje, y si no que se lo digan al pobre Anfitrión.

En el reino animal encontramos inspiración para este fenómeno. El cuco común aborda los nidos de otras aves y hace caer uno de los huevos originales, suplantándolo con uno propio, del que nacerá una cría que no tendrá que alimentar ni cuidar, de ello se encargarán los pobres dueños del nido que creerán estar alimentando a una de sus crías.

De igual modo, sobre el escenario, es muy habitual disfrutar con cómicas situaciones en las que un personaje se hace pasar por otro. La tensión latente, en la que el espectador es partícipe de la complicidad de la escena, llega a provocar una risita nerviosa por parte de aquellos que están deseando que se desenmascare al impostor y las acciones se precipiten, provocando un impredecible e hilarante desenlace.

En política también se recurre a esta graciosa treta, aunque a veces no de una forma tan inofensiva como en el teatro, el cine o la mitología griega (bueno eso de inofensivo que se lo pregunten a Anfitrión). Por poner un ejemplo, y aún a riesgo de reventar el chiste de nuestros compañeros humoristas políticos, supongamos que en las próximas europeas una persona concienciada con un mundo sostenible y el ecologismo quisiera ejercer su derecho a voto. En la papeleta podría encontrarse con un chiste oculto, del que probablemente sólo se enteraría tras emitir su voto, y es que bajo el nombre del partido "Los Verdes" aparece un bonito lema, en pequeñito, que dice "Europa de los Pueblos". Resulta así que si quieres influir en Europa para impulsar políticas que defiendan el medio ambiente y el desarrollo sostenible, en realidad estás entregando tu papeleta a los que anteponen su victimismo cansino y la exacerbación de las diferencias ante cualquier política, los que en lugar del universalismo característico del movimiento ecologista han tomado el camino de lo local, lo "más mío y de aquí". Ingenioso, ¿verdad?


El cuco común meditando sobre la selva amazónica.


P.D.: Para alivio de los no amantes de la impostura, hay otras candidaturas ecologistas sin "doble sentido".

1 comentario:

Burgomaestre dijo...

A España vino hace ya unos cuantos años alguien haciéndose pasar por hermano de un actor ochentero, y le invitaban a todas las parrandas y fiestas.

Al menos eso recuerdo de cuando leí la noticia. Sea como fuere, la conclusión es que hay mucho cuco (y mucho cutrerío que todo se lo traga).