martes, 30 de septiembre de 2008

Anexo o el porqué de mis cosas

No soy muy dado a esto de escribir en un blog,contando mi vida o cosas graciosas que me han pasado. En la vida no te pasan cosas graciosas, siempre le pasan a otro, y tú cuentas esas historias muchas veces asimilando que tú eres la persona a la que le ha pasado eso. Si cuentas la historia a gente que no la conoce, no pasa nada, pero si la cuentas ante gente que sí la conoce (la historia real, se entiende), empiezas a cuestionarte qué parte de la verdad saben, y qué parte no... ¿A que no tiene sentido? No, no lo tiene.

Al fin y al cabo, la vida es un fluir continuo de situaciones vergonzosas anexas unas a otras por periodos en los que no te pasa absolutamente nada. La vida debería ser justa, y ahorrarnos esos periodos en los que no pasa nada. Pensadlo: ¿no os gustaría pasar todos los momentos humillantes de un tirón y luego pasar inadvertido? Seguro que alguna vez os ha pasado eso. A mí me pasa cada vez que me subo a un escenario a "hacer teatro" (y lo entrecomillo por el eufemismo). Me gustaría que ese momento vergonzoso hubiera pasado hace mucho, y simplemente estuviera encima del escenario pasando inadvertido. Pero luego hablo (o escupo palabras, según se mire), y hay alguien que se ríe, o te grita: "¡guapo!", a lo que uno suele responder: "¡gracias mamá!" (David Lozano dixit), y empiezas a pensar que a lo mejor no es tan ridículo que estés allí encima. A lo mejor hay alguien que cree que lo que haces es gracioso. A lo mejor tus 3 meses de ensayo...bueno, tus 2 días de ensayo han merecido la pena porque hay una persona que se ríe ante algo que has dicho. Y en ese momento ya no piensas (ya no pienso) que estar ahí arriba es un error. Ver reir a unos desconocidos puede llenar de orgullo a mucha gente. Ver reir a tus padres, a tus amigos, no tiene precio. Así dan ganas de subir a un escenario a pasar miedo, a sentirte ridículo, extraño, avergonzado. Así me siento yo cada vez que me subo a un escenario: paso miedo, vergüenza. No por hacer más cosas dejas de tener miedo. Simplemente lo controlas.

Y mira que hemos hecho cosas juntos. La primera vez que me subí a un escenario a actuar aparecía yo solo, delante de 1000 personas. Tenía que haber un "becario" (David Lozano) a mi lado, y empezaba el sketch. Pero el becario no estaba. Se estaba cambiando. No le daba tiempo. Y yo estaba allí, delante, solo, acojonado, sudando, pasándolo muy mal. Tenía que decir algo, no podía estar un minuto sólo, mirando al vacío, mientras venía. O me hundía o salía a flote. Y empecé a improvisar. "¿Dónde está mi esclavo? ¿Dónde está mi esclavo?" Y en ese momento salió el becario, y la gente lo entendió (o quizás no), y empezó a reirse. Y yo pude volver a respirar. Y el sketch del siete siguió su curso.

Cada vez que recuerdo eso siento pánico y alegría, dos sentimientos contradictorios. Pero el que haya estado en la misma situación lo entenderá. Ya tengo algunos tiros pegados. Y no me considero mejor que el primer día. Pero sí me lo paso mejor que el primer día. Es un placer actuar junto a 4 "pedaso de pesoneh".

El día que esté en un grupo de amigos en los que se esté contando una historia en la que yo aparezca, y el otro se autoproclame protagonista de mi historia, simplemente sonreiré. Si se da cuenta de que sé que lo está diciendo es mentira, sonreiré más. Al fin y al cabo, ¿qué honor más grande hay que un amigo te homenajee contando una historia que es tuya en primera persona? Luego, cuando termine, quizás, me acerque y le diga al oido que esa historia es mía. Porque cada uno tiene sus historias, ¿verdad? Y cada uno debe decidir qué momentos vergonzosos debe explicar de su vida, y cuales dejar en el anonimato...

domingo, 28 de septiembre de 2008

Te contamos lo que nunca quisiste saber

[...] Existen a lo largo del ancho mundo multitud de inextricables misterios, como "¿quién puso al revés el rollo de papel higiénico esta mañana?"

Uno de los que ha provocado más debates, camorras y ríos de tinta ha sido el origen del nombre del infame grupo "Pezones de acero". Hay diversas teorías. La más popular, y que en alguna ocasión ha sido alimentada por los propios pezones, es que ese día hacía frío. Otras defienden una línea argumental que conjuga a los descendientes de Napoleón Bonaparte y ciertas prácticas sadomasoquistas.

Aunque todas tienen parte de razón, unos documentos hallados en un mercadillo de Podgorica desentrañan el misterio sin dejar lugar a ninguna duda. El nombre es un homenaje a los dos grupos de referencia de estos prestidigitadores de los escenarios: Pezunatl y D'Acheria

- PEZUNATL: Fue un grupo de histriones aztecas de principios del siglo XVI. Tuvieron un moderado éxito en las ciudades de provincias, hasta que recibieron una oferta para actuar en Tenochtitlan ante el gran Moctezuma. En un momento de la obra insinuaban que el emperador cantaba "Like a virgin" en la ducha y que un ocelote gobernaría mejor que él, lo que fue entendido como una ofensa. Días después fueron los protagonistas de un bonito sacrificio en lo alto del templo.
Cuenta la leyenda que años más tarde el objeto que impactó en la cabeza de Moctezuma cuando apareció en su balcón junto a Hernán Cortés, y que le provocó su muerte, era el omóplato de uno de los actores. Qué irónico.

- D'ACHERIA: Se formó a partir de un gupo de proxenetas cuyas fuentes de ingreso se las llevó la gonorrea. Estando sus faltriqueras vacías decidieron coger sus petates y probar suerte en el mundo del teatro. Por aquel entonces causaba furor la Commedia dell' Arte. Al poco tiempo se habían hecho un hueco en todas las ferias de las principales ciudades, pero la sed de oro les hizo intentar innovar y sustituyeron a Polichinela por Garbanzino, el vendedor de enciclopedias. El público, demasiado conservador, no les perdonó. Se les perdió la pista en Calabria.

Espero que estas explicaciones deparen un futuro mejor a las próximas generaciones. [...]

Extracto de "Tratado sobre la fimosis" de Erasmo de Rotterdam.

Kamikaze

Música: Kamikaze, de Amaral

Como no soy muy de estudiar
Me preparé un buen chuletón

Pero saqué un cuatro con dos
Y tengo que ir a revisión

Porque estas ansias de aprobar
No las entiende un profesor

Por eso estamos aquí
Equivocado el o yo

aaaauuuuu
aaaaauuuuuuuu


Y diga siiiiiiiiii me pone un cinco

Y diga siiiiiiiiii me pone un cinco


O tararíiiiiiiiiii... que te vi
o tararí

lunes, 22 de septiembre de 2008

Toga y cerveza

Hoy empiezan las clases los alumnos de nuevo ingreso (vaya eufemismo, con lo natural que sale decir "novatillos").
Al ver sus mancebas y joviales caras recordé mi primer día en la Escuela Politécnica Superior de Córdoba, en el que además de la correspondiente charla interminable, nos hicieron una visita-ruta por ese granero que tendríamos por lugar de estudio en los próximos n años "cuando n tiende a mucho" [1].
Yo, "triste de mí e infelice" [2], que al meterme en electrónica esperaba encontrarme allí el Silicon Valley del valle del Guadalquivir, con sus robots pululando por los laboratorios, bobinas Tesla lanzando atronadores rayos de una punta a otra de la sala, operarios terminando de soldar diminutas placas de circuito impreso o un despeinado científico loco proclamando "¡Eureka!", no hallé más que un tipo regordete igualito a Pablo Mármol con una protoboard en una sala llena de osciloscopios analógicos Trio de los años 70, que yo mismo bauticé, en mi absoluta ignorancia acerca de la instrumentación electrónica como "Sala para jugar al hundir la flota en red".
Y todavía tuve suerte de tener hermanos mayores universitarios. Porque aún más triste es el impacto que se pudo llevar un alumno de ESO al que le dí clases particulares al entrar a la universidad:
- Y tú, en la Universidad, ¿de qué hermandad eres?
- ¿Hermandad? ¿A qué te refieres? - dije, estupefacto
- Sí hombre, cada alumno es de una hermandad, que tiene tres letras griegas y hacen fiestas de toga y cerveza
- Ahhhhh a esas hermandades te refieres ... - madre mía del amor hermoso - pues yo soy de psi-delta-gamma, la hermandad de los chicos populares. Nada más vernos hacer el saludo secreto, todas las animadoras quieren acostarse con nosotros. Y por supuesto, traemos de cabeza al decano. El otro día secuestramos a Billy, el cerdo que es mascota de la Olavide. No veas la cara que se les quedó a sus quarterbacks cuando se enteraron. Así fue como les desconcentramos y ganamos el partido...
En fin, menos mal que películas españolas como Tesis muestran la realidad tal y como es.
[1] de Bode, profesor privado
[2] de Revisión de examen en el Siglo XVIII

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Presentación

Si has llegado hasta nosotros en tu afán de búsqueda de pechos turgentes, lo sentimos, éste no es el lugar.
Pero no te sientas incómodo ni estafado. Incluso nosotros, a veces, perdidos por el pequeño pervertido que todos llevamos dentro, nos entusiasmamos para en seguida decepcionarnos al abrir nuestro propio blog.
En esta bitácora, los Pezones de Acero, intentaremos entreteneros con nuestras tiernas bizarrías, con la parodia de las últimas noticias acerca de la técnica y la ciencia y con nuestra particular versión de la historia de la ingeniería.
También os tendremos informados de nuestras actuaciones, producciones y colaboraciones.
Sed bienvenidos a nuestra pequeña Prusia Virtual.