lunes, 29 de junio de 2009

Un adelantado a su tiempo

En la historia de la ciencia está construida sobre innumerables injusticias. Una de ellas atañe a nuestro protagonista de hoy, un hombre que nunca ganará un premio Nobel o el Príncipe de Asturias a pesar de sus importantes innovaciones en la tecnología.

En los años 80 fue un pionero en la investigación de la mecánica, la electrónica, la inteligencia artificial y la automoción. En los 90 decidió cambiar de aires y se dedicó a la ingeniería biónica y las posibles mejoras del cuerpo humano.

Por fortuna este gran tipo y sus investigaciones no son desconocidas para el gran público:



Sin embargo, como le ha sucedido a tantos genios, como MacGyver o la mula Francis, la carrera de David Hasselhoff se truncó debido a un fallo en su intento de interconectar todos sus conocimientos en una teoría unificada.


Ahora se dedica a comer filetes empanados en el suelo borracho (David, no el suelo).

viernes, 26 de junio de 2009

El eslabón perdido

Uno de los objetivos y grandes retos a los que se enfrenta la comunidad científica es el hallazgo del llamado eslabón perdido o ancestro común de los distintos grupos de homínidos, entre los que se encuentra el hombre. Cada día, nuevos hallazgos nos acercan al punto de inflexión en el que comenzamos nuestra particular historia como especie.

Sin embargo, desde Pezones de Acero podemos afirmar rotundamente que no llegará el día en el que se descubra tal nexo común entre especies. ¿Por qué? Error de base: están buscando en la dirección equivocada. Siempre se espera encontrar a una especie de chimpancé, un poco más erecto (y erguido) usando algún tipo de herramienta. Por añadir algo más, no entendemos la manía que tienen siempre, en las recreciones de los primeros homos, de ponerlos tan enfadados. ¿Descuidaban la fibra en su dieta? ¿Nunca tenían un buen día?

En fin, retomando nuestro tema, decíamos que están buscando en la dirección equivocada. ¿Qué deberían buscar? La respuesta es simple aunque nadie haya advertido en ella. Deben comenzar a buscar en el rasgo distintivo que de verdad separa a hombres de monos. Analizando bien la fisionomía humana y comparándola con la del resto de nuestros amigos primates podemos darnos cuenta de que éstos últimos no tienen bigote. Remarcamos: los monos no tienen bigote, por tanto, el eslabón perdido será este primer simio que sí lo tenía.

Y ahora nos surgen multitud de nuevas preguntas, entre ellas por qué este rasgo, y no otro, fue el que marcó la separación de nuestra especie del resto. Lo primero que nos vendría a la cabeza sería pensar: ¿en qué momento un gen decidió mutar para poner una fina hilera de pelo entre el labio superior y la nariz? ¿Por qué por ahí y no por encima de la misma, por ejemplo? Porque utilidad, lo que se dice utilidad, no debe tener tanta para la supervivencia y supremacía de la especie cuando tan sólo los hombres y algunas mujeres lo tienen. ¿Acaso es que así la comida está más calentita y eso hace que asimilemos mejor algunos grupos de proteínas? Claramente no, no sirve absolutamente para nada.

Por tanto sólo nos queda una respuesta de por qué este cambio evolutivo fue predominante y significó el inicio en nuestra evolución particular: selección natural. Es natural pensar que una hembra de esta especie primigenia (llamémosla Homo Moustachis) elegiría mil veces antes como pareja reproductora a un Tom Selleck, a un Clark Gable o a un Vicente del Bosque, desbordando vigor y sensualidad, sentados en la roca atusándose el bigote, que a un mindundi imberbe. Así, de esta manera, nuestra especie se distinguió del resto de homínidos hasta nuestros días.

Para terminar y facilitar la labor de los miles de investigadores y científicos que trabajan en pos de encontrar el citado eslabón perdido, les dejamos con unas cuantas reconstrucciones de lo que podría ser nuestro Homo Moustachis.





miércoles, 24 de junio de 2009

Novedades en el caso Anselmo

Un conocido y riguroso espacio televisivo de la tarde, "Sopor y chicharra", ha desatado una terrible polémica al desvelar algunos secretos en el caso Anselmo, el anciano científico que falleció el pasado domingo, tras permanecer encerrado en el Archivo de Indias desde 1769.

La investigación policial, según los periodistas, ha dado "un increíble y radical giro de 360 grados", lo cual quiere decir que los investigadores han estado dando palos de ciego y dirigiendo sus pesquisas en todas las direcciones equivocadas posibles para retomar la hipótesis inicial.
Los expertos, entre los que se encontraban contertulios habituales del magazine de la tarde como el famoso estilista homosexual Renato Manfredi, famoso por haber diseñado el mayor traje de comunión fabricado en poliéster y fieltro (con el que se atavió magníficamente la Catedral del Pilar durante la Expo de Zaragoza), y también Yaissa Collantes, la conocida concursante manca de OT que fuera durante años panadera de la Duquesa de Alba, han revelado detalles de la investigación. Según una filtración policial, el fiscal ha acusado formalmente de homicidio a Juan Villadiego, el estudiante de Ingeniería que precipitó la muerte de Anselmo al mostrarle las ecuaciones de Maxwell. El programa completó la información con un reportaje en el que se reconstruyeron los últimos momentos de Anselmo, y se intercalaron entrevistas con algunos de los compañeros de clase del presunto homicida, quienes en su mayoría dijeron que no sabían nada de ese tema, se negaron a declarar ante las cámaras y se apartaron de los periodistas con un escueto "tengo que irme a estudiar". El acusado ha prestado declaración durante toda la mañana, y ha tenido que explicar ante el juez el contenido del folio, que ha sido requisado al tratarse del "arma homicida". Juan Villadiego se ha mostrado muy violento cuando le arrebataron la famosa hoja, y entre gritos e insultos al juez y a los agentes de la autoridad, ha dicho textualmente que "necesita el resumen para aprobar".

Estos acontecimientos han desatado una agria polémica mediática y durante toda la mañana ha habido cruces de declaraciones entre miembros del Gobierno y la oposición, quienes han pedido un mayor control de los estudiantes de ingeniería y de su extraño y cíclico comportamiento.

Esta noche, la cadena ha anunciado un monográfico sobre el "caso Anselmo", titulado "INGENIEROS, ¿estudiantes o delincuentes?", presentado, cómo no, por Ramón García, y con la presencia del abogado de la acusación particular y representante de los 398 descendientes conocidos de Anselmo.

Seguiremos informando.



Malena Shumwein, intelectual, contorsionista y conocida filatélica noruega, es la nueva presentadora de "Sopor y chicharra".

Véase también: Encuentran en el Archivo de Indias a un señor del siglo XVIII todavía con vida

El origen de la palabra "spam"

El origen de la palabra Spam, usada para denominar el correo electrónico no deseado o "basura" es, para los amantes (como nosotros) del humor de los Monty Python, harto conocido.

Y es que la palabra Spam fue utilizada hasta la saciedad por los Python en uno de sus más famosos sketches, haciendo burla de un tipo de carne en lata que alimentó a muchos soldados aliados durante la segunda guerra mundial y que más tarde se comercializó por todo el mundo: "Shoulder of Pork And haM"= SPAM.




Esta repetición masiva de la marca del producto fue la inspiración para nombrar a la publicidad no deseada en nuestra bandeja de correo.


Pues bien, en España, al igual que tenemos nuestra versión del SPAM (el chopped Crismona), también tuvimos un "divertido" vídeo donde se citaba repetidamente dicha carne en lata: Crismona, crismona, crismona, crismona...

Vaya, vaya,¿A qué me recuerda? (Salvando las infinitas diferencias).


Si es que el arte de los Flores acabó con Antonio...

lunes, 22 de junio de 2009

Encuentran en el Archivo de Indias a un señor del siglo XVIII todavía con vida

El pasado domingo fue encontrado, en una vieja y abandonada estancia del sevillano Archivo de Indias, un hombre que llevaba allí desde 1769. "Estaba concentrado resolviendo un problema y perdí la noción del tiempo", afirmó Anselmo F.D., físico y matemático ecijano.

Al parecer, el hombre estaba muy interesado en los (entonces) recientes experimentos relacionados con la electricidad y el electromagnetismo y se propuso estudiar los efectos que produciría una corriente de alta frecuencia al pasar por un conductor helicoidal. "Llevo desde entonces aquí sentado intentando integrar el flujo de campo inducido por la corriente, y no hay manera".

El misterio está en cómo una persona ha podido sobrevivir aislada en una habitación, sin apenas luz, y sin alimento o bebida alguna, durante más de dos siglos. Según el Doctor Méndez, del Hospital Virgen Macarena, "es habitual en algunos sujetos acostumbrados a largas temporadas de reclusión, como los ingenieros, que sean capaces de alargar su vida hasta en un 700% si tienen un interesante proyecto entre manos. Este fue el hecho que hizo que Newton viviera casi 600 años y que una Hermana del Monasterio de Santa María del Socorro de 113 años siga viva intentando conseguir elaborar un cortadillo de aguardiente con cero calorías."
Las autoridades locales intentaron convencer al señor de que abandonara la sala y les acompañara al hospital más cercano, negándose rotundamente éste al alegar "que le faltaba muy poco". No se pudo resolver la situación hasta que no llegó un alumno de tercer curso de la Escuela Superior de Ingenieros y le mostró un folio en el que se resumían las Ecuaciones de Maxwell. Durante cinco minutos observó atentamente el folio, empeorando notablemente su salud a cada vistazo que daba al mismo hasta su fallecimiento. "La puta que os parió, así cualquiera" exclamó Alselmo justo antes de su último aliento.


El funeral tendrá lugar el próximo sábado en la capilla de la Universidad a las 20 horas.


Entrada libre.

jueves, 18 de junio de 2009

Duelo de ventrílocuos

El ventrílocuo más importante del siglo XX fue el salmantino Wenceslao Moreno, más conocido como "Señor Wences". Era capaz de hacer once voces diferentes, dominaba ocho idiomas distintos y sus actuaciones eran diferentes a los de otros ventrílocuos con muñecos de madera y trapo, lo que le reportó un gran prestigio a nivel internacional.

Como artista alcanzó las cotas más altas: actuó en los mejores teatros de todo el mundo, participó en los mejores espectáculos televisivos, varias veces en el famoso show de Ed Sullivan, trabajó ante presidentes, jefes de estado y reyes, en su época llegó a cobrar 1000 dólares el minuto, y en Nueva York hay un tramo de una calle con su nombre.


Sin embargo, a pesar de ser español, el Señor Wences no se dejaba caer por nuestra piel de toro para actuar. Franco, lleno de bondad, pensó que sus súbditos no se merecían esta injusticia y remedió él mismo esta ausencia de ventriloquia.


La única diferencia es que mueve los labios un poquito más .

domingo, 14 de junio de 2009

¡Tócate los cojones, Mariloles!

Estamos hartos de ver, en series de ficción, la típica y clásica situación en la que el zoquete de turno (llámalo Slater, Dylan o Eddie Winslow) tiene un examen importante y trascendente en su vida y, por h o por b, le queda muy poco tiempo para preparárselo. Entonces, el empollón de turno (Urkel, Brenda o Screech) se ofrece, siempre en tiempo de descuento, a ayudarle en la preparación de la prueba, la cual, por supuesto acaba superando con éxito.

Pero esto no sólo ocurre en series extranjeras, sino que el otro día, en una serie de producción nacional, el tonto ex-drogadicto del barrio obrero se sacó, en tan sólo cuatro días, unas oposiciones a funcionario del estado.
¡Tócate los cojones, Mariloles!

Pues bien, en éstas me encuentro yo, un estudiante cualquiera de a pie, ni hispano forzudo ni superdotado homosexual amante de la lírica, enfrentándome a cualquiera de los exámenes que tengo, tras un curso de asistencias a clases y prácticas, preparándomelo exclusivamente en unos 10 días, echando entre 8 y 10 horas netas de estudio diario, acostándome cuando se despiertan los panaderos, malcomiendo altas dosis de azúcares y grasas, bebiendo Cocacola para mantenerme despejado, tomando dolalgiales para los dolores de cabeza y espalda y saliendo una vez al día para poder mirar lejos y descansar mi turbada vista y de paso que me dé algo de sol. Por supuesto que también he pasado por el típico resfriado de exámenes...

Y todo, para acabar peleando por un triste cinco.

Lo dicho, ¡tócate los cojones, Mariloles!

viernes, 12 de junio de 2009

Silenciófono suizo

El ruido disminuye nuestra calidad de vida. Ya en el siglo V antes de J.C., el historiador griego Embudo de Lexes observó que “los habitantes de Cocreta que viven cerca del estruendoso campo de petanca no sólo tienen problemas de audición, sino que se envejecen más rápido”.

Además de estos problemas, el ruido crónico puede provocar una larga lista de males que van desde alteraciones del ritmo cardíaco hasta disfunciones eréctiles (en el caso de hombres con el pene tímido). Y España es el segundo país más ruidoso del mundo, siendo superado sólo por Japón.

Para paliar esta lacra, Pezones de acero sacará próximamente al mercado otro de sus geniales inventos: el silenciófono suizo.


¿Por qué ese nombre?

Silenciófono porque transforma el ruido en silencio. Suizo porque, como todo el mundo sabe, los suizos hablan muy flojito.


¿Cómo funciona?

El aparato transforma las ondas sonoras en una señal a una frecuencia distinta e inaudible para el ser humano. Es decir, en el aparato entra ruido y sale silencio, al menos silencio para las personas.


Debemos advertir que el silenciófono suizo tiene un problema, y es que durante su funcionamiento los murciélagos acuden a aparearse con el aparato.


Pero como reza el lema de nuestra empresa: “Si puedes silenciar la moto del cani, la obra del vecino, el camión del tapicero y a tu suegra, qué más da un murcielaguito de nada”.



El Día del Juicio (II)

Que ya os lo advertí, que tiemble Sarah Connor que ya están aquí, y saben lo que más nos duele...

sábado, 6 de junio de 2009

Sí, ¿pero puede hacer esto la máquina a vapor?

Una de las facetas más cómicas de Woody Allen es la de escritor. Desde Pezones de acero nos atrevemos a recomendar sus obras de cuentos cortos "Como acabar de una vez por todas con la cultura", "Perfiles" y "Pura anarquía".

Ahí va un ejemplo:

Sí, ¿pero puede hacer esto la máquina a vapor?, del libro "Como acabar de una vez por todas con la cultura":


Estaba hojeando una revista mientras esperaba a que Joseph K., mi basset, terminara su acostumbrada consulta de cincuenta minutos de todos los martes con un psicoterapeuta de Park Avenue (un veterinario junguiano que, por cincuenta dólares la sesión, se empeña en convencerle de que los mofletes no son una desventaja social), cuando, por casualidad, di con una frase a pie de página que atrajo mi atención tanto como la notificación de un cheque sin fondos. Sin embargo, no se trataba más que de uno de esos artículos en rúbricas pseudoculturales tipo «Conozca usted la vida de...» o «¡A que no lo sabe!», pero su evidencia me sacudió con la fuerza de las primeras notas de la Novena de Beethoven. «El sandwich», decía, «fue inventado por el conde de Sandwich.» Estupefacto por la noticia, volví a leerla y me estremecí con un temblor involuntario. Mis ideas se arremolinaron mientras evocaba los sueños, las esperanzas y los inmensos obstáculos que debieron acompañar el invento del primer sandwich. Se me humedecieron los ojos cuando miré por la ventana las centelleantes torres de la ciudad y experimenté una sensación de eternidad, maravillado por el lugar inextirpable del hombre en el universo. ¡El hombre, el inventor! Los cuadernos de anotaciones de Da Vinci se cernieron sobre mí —valientes hipótesis para las más elevadas aspiraciones de la raza humana. Pensé en Aristóteles, Dante, Shakespeare. El primer folio de sus obras. Newton. El Messiah de Haendel. Monet. El impresionismo. Edison. El cubismo. Stravinsky. E = mc2...

Me concentré con firmeza en la imagen mental del primer sandwich, conservado en una vitrina del Museo Británico y dediqué los tres meses siguientes a la elaboración de una breve biografía de su gran inventor, el conde de Sandwich. Aunque mis conocimientos de historia no son muy brillantes y aunque mi capacidad para novelar los hechos supera con mucho la del común de los aficionados al ácido, espero haber captado al menos la esencia de este genio ignorado y deseo que estas notas sueltas induzcan a algún verdadero historiador a trabajar sobre él a partir de estos datos.

1718: Nace el conde de Sandwich en una familia de aristócratas. El padre está encantado por haber sido nombrado jefe herrador de su majestad el rey, posición de la que disfruta durante bastantes años hasta que descubre que no es más que un herrero y renuncia, amargado. La madre es una simple hausfrau de extracción germánica cuyo sencillo menú consiste esencialmente en manteca de cerdo y avenate, aunque a veces demuestra cierta imaginación culinaria al confeccionar un postre de natas, huevos, vino y azúcar.

1725-1735: Asiste a la escuela, donde aprende latín y a montar a caballo. En la escuela toma contacto por primera vez con los embutidos y muestra especial interés por los cortes muy finos de roast-beef y de jamón. Para cuando se gradúa, esto se ha convertido ya en una obsesión y, aunque su tesis sobre «El análisis y los fenómenos concomitantes de la merienda de la tarde» llama la atención de los profesores, sus compañeros de estudio le consideran estrambótico.

1736: Ingresa en la Universidad de Cambridge, a instancias de sus padres, para seguir estudios de retórica y metafísica, pero muestra poco entusiasmo por los mismos. En constante rebelión contra todo lo académico, es acusado de robar pan y de llevar a cabo experimentos antinaturales con ese material. Las acusaciones de herejía determinan su expulsión.

1738: Desheredado, se refugia en los países escandinavos donde, durante tres años, estudia intensivamente el queso. Fascinado por la gran variedad de sardinas que encuentra, anota en su cuaderno: «Estoy convencido de que existe una realidad permanente, más allá de lo que aún ha podido lograr el hombre, en la yuxtaposición de los alimentos. Simplifica, simplifica». A su regreso a Inglaterra, conoce a Nell Smallbore, hija de un verdulero, y contrae matrimonio. Ella le enseñará todos sus conocimientos sobre la lechuga.

1741: Reside en el campo con una modesta herencia y trabaja día y noche apretando con frecuencia el cinturón para ahorrar y comprar comida. Su primera obra terminada (una rebanada de pan, otra rebanada de pan encima de la primera y un trozo de pavo encima de las dos rebanadas) fracasa miserablemente. Desilusionado hasta la amargura, regresa a su estudio y vuelve a empezar todo de nuevo.

1745: Después de cuatro años de frenética labor, está convencido de haber alcanzado la antesala del éxito. Expone ante sus colegas dos trozos de pavo con una rebanada de pan en medio. Todos rechazan su obra salvo David Hume, quien presiente la inminencia de algo grandioso y le alienta a seguir. Enardecido por la amistad del filósofo, vuelve a su trabajo con renovado vigor.

1747: En la miseria, no puede darse el lujo de trabajar con roast-beef o pavo y se dedica al jamón que es más barato.

1750: En primavera, expone tres trozos consecutivos de jamón uno encima de otro, y hace una demostración que sólo despierta cierto interés en círculos intelectuales y que pasa desapercibida para el gran público. Tres rebanadas de pan apiladas aumentan su reputación y, aunque todavía no se evidencia un estilo maduro, Voltaire muestra su interés por conocerle.

1751: Viajes a Francia donde el filósofo-dramaturgo acaba de lograr interesantes resultados con pan y mahonesa. Los dos hombres traban amistad y se inicia una larga correspondencia que termina repentinamente cuando a Voltaire se le acaban los sellos.

1758: Su creciente aceptación entre los manipuladores de la opinión pública hace que la reina le encargue «algo especial» con motivo de un almuerzo con el embajador de España. Trabaja día y noche experimentando con cientos de posibilidades y, por fin a las 16 horas 17 minutos del 27 de abril de 1758, crea la obra que consiste en varias tajadas de jamón cubiertas, por encima y por debajo, por dos rebanadas de pan de centeno. En un golpe de inspiración, adorna la obra con mostaza. Es un éxito inmediato y queda encargado para el resto del año de los almuerzos de sábado.

1760: Cosecha un éxito tras otro creando «sandwiches», como se los denomina en su honor, con roast-beef, pollo, lengua y casi cualquier fiambre concebible. No satisfecho con repetir fórmula ya tratadas, busca nuevas ideas y elabora el sandwich-combinado por el cual recibe la Orden de la Jarretera.

1769: En su residencia de campo, recibe la visita de los hombres más ilustres del siglo: Haydn, Kant, Rousseau y Ben Franklin se detienen en su casa, algunos disfrutando de sus admirables creaciones, otros con pedidos para llevar.

1788: Aunque físicamente cansado, todavía investiga nuevas formas y escribe en su diario: «Trabajo hasta altas horas de la noche y tuesto todo lo que encuentro en un esfuerzo por mantener el calor». A fines de ese mismo año, su sandwich abierto de roast-beef caliente provoca un escándalo por su franqueza.

1783: Para celebrar su sexagésimo quinto cumpleaños, inventa la hamburguesa y hace giras personales por las grandes capitales del mundo preparando hamburguesas en salas de concierto ante numerosas y agradecidas audiencias. En Alemania, Goethe sugiere servirlas con panecillos, una idea que deleita al conde quien, más tarde, dice del autor de Fausto: «Este Goethe es un gran tipo». Estas palabras deleitan a Goethe, aunque al año siguiente los dos hombres rompen su relación por una desavenencia en torno a los conceptos de poco hecho, a punto y muy hecho.

1790: En una exposición retrospectiva de su obra, celebrada en Londres, sufre un repentino ataque de dolores en el pecho, y se le vaticina una muerte inminente, pero se recupera lo suficiente como para supervisar la construcción de un monumento al sandwich de barra promovido por un grupo de talentosos seguidores. Su inauguración en Italia produce serios disturbios y allí permanece incomprendido salvo para unos pocos críticos.

1792: Cae víctima de un genu varum que no puede tratar a tiempo y fallece mientras duerme. Es enterrado en la abadía de Westminster, y miles de personas presencian sus funerales. En esa ocasión, el gran poeta alemán Hölderlin resume sus logros con una manifiesta reverencia: «Liberó a la humanidad del almuerzo caliente. Todos estamos en deuda con él».

Woody Allen

martes, 2 de junio de 2009

Desgranando el humor X: la impostura

Pocos recursos cómicos son tan habituales como la impostura, es decir, el hecho de hacerse pasar por alguien que no se es. Desde Adam Sandler haciéndose pasar por gay en "Os declaro Chuck y Larry", hasta el camarero Jean (interpretado por Gad Elmaleh) en "Un engaño de lujo". Es un recurso muy antiguo, ya los griegos lo utilizaban en sus obras, un clásico ejemplo es Zeus tomando la forma de algún otro personaje, y si no que se lo digan al pobre Anfitrión.

En el reino animal encontramos inspiración para este fenómeno. El cuco común aborda los nidos de otras aves y hace caer uno de los huevos originales, suplantándolo con uno propio, del que nacerá una cría que no tendrá que alimentar ni cuidar, de ello se encargarán los pobres dueños del nido que creerán estar alimentando a una de sus crías.

De igual modo, sobre el escenario, es muy habitual disfrutar con cómicas situaciones en las que un personaje se hace pasar por otro. La tensión latente, en la que el espectador es partícipe de la complicidad de la escena, llega a provocar una risita nerviosa por parte de aquellos que están deseando que se desenmascare al impostor y las acciones se precipiten, provocando un impredecible e hilarante desenlace.

En política también se recurre a esta graciosa treta, aunque a veces no de una forma tan inofensiva como en el teatro, el cine o la mitología griega (bueno eso de inofensivo que se lo pregunten a Anfitrión). Por poner un ejemplo, y aún a riesgo de reventar el chiste de nuestros compañeros humoristas políticos, supongamos que en las próximas europeas una persona concienciada con un mundo sostenible y el ecologismo quisiera ejercer su derecho a voto. En la papeleta podría encontrarse con un chiste oculto, del que probablemente sólo se enteraría tras emitir su voto, y es que bajo el nombre del partido "Los Verdes" aparece un bonito lema, en pequeñito, que dice "Europa de los Pueblos". Resulta así que si quieres influir en Europa para impulsar políticas que defiendan el medio ambiente y el desarrollo sostenible, en realidad estás entregando tu papeleta a los que anteponen su victimismo cansino y la exacerbación de las diferencias ante cualquier política, los que en lugar del universalismo característico del movimiento ecologista han tomado el camino de lo local, lo "más mío y de aquí". Ingenioso, ¿verdad?


El cuco común meditando sobre la selva amazónica.


P.D.: Para alivio de los no amantes de la impostura, hay otras candidaturas ecologistas sin "doble sentido".