Roberto estudió ingeniería, aunque nunca ejerció. Quizá siempre supo que se dedicaría a las letras. Y curiosidades de la vida que, cariñosamente, acabaron apodándole como a uno de los grandes genios de la literatura.
Dejó a un lado la electricidad y la mecánica para dedicarse al humor, cosa que agradecieron, y seguirán agradeciendo cuatro generaciones y cientos de millones de personas en toda hispanoamérica.
En los años 50 comenzó su carrera de guionista, y actualmente sigue ejerciendo a sus 80 años de edad. Entre sus éxitos, destacan en especial dos, que aunque de humor fácil, directo y repetitivo, nadie sería capaz de negar que se tratan de obras maestras del humor.
Quizá no tengan el estilo más puro, ni los diálogos más ingeniosos, pero, ¿acaso no se trata de hacer reir?
Prueba del éxito del que os hablo es que dichas series, a pesar de ser creadas en los años 70, han seguido reponiéndose una y otra vezen las televisiones de toda latinoamérica y España hasta día de hoy, y todo indica que seguirá haciéndose así durante mucho tiempo.
Quizá todavía alguien ande perdido intentando averiguar quién es Roberto, o poca gente sepa quién es Roberto Gómez Bolaños. Pero quizá todos, o casi todos, sabréis quién es si digo que su literario apodo y nombre artístico es Chespirito (un productor se lo puso al decir, cuando tenía ventitantos años y ya triunfaba como guionista humorístico, que era tan prolífico como Shakespeare, pero en versión reducida. Medía 1'60) y que las series de las que hablo son "El Chavo del Ocho" y "El Chapulín Colorado".
Y él, era ingeniero...
viernes, 10 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Me estaba acordando de Forges, que igualmente estudió ingeniería, en este caso de telecomunicación. Vale que no acabó, pero tampoco le ha ido del todo mal.
Y Rowan Atkinson, conocido principalmente por su personaje Mr. Bean.
aunque es muchísimo más divertida "the black adder" (la vibora negra)
Publicar un comentario